domingo, 4 de mayo de 2014

Cuando los pájaros hablan


-Entonces que sugieres “psicólogo”, ¿como se lo decimos?-, pregunto el Director de Centro de readaptación social, parado junto a su escritorio, mirándome hasta donde me encontraba sentado, con la vista fija en un cuadro de la virgen de Guadalupe, pensando en una respuesta inteligente y sensata que darle, pero ¿Cómo decirle a alguien que esta privado de su liberta, que su madre ha muerto?

Le decíamos el “pachoncito”, era un muchacho regordete de unos 21 años, llego cuando tenia 18 y cumplía una condena de 10 años por delitos contra la salud, su madre era su única visita frecuente, mientras se hacían los preparativos para que pudiera asistir al velorio, recordaba al “pachoncito” en las clases de preparación para primeras comuniones que dimos el año pasado; estaba muy interesado en el concepto de la anunciación y la concepción de la virgen Maria, quería entender como era posible que ella hubiera quedado embarazada sin haber tenido intimidad con ningún varón, fue una complicada, extraña y ruego a dios que no blasfemica explicación, en la que intervinieron el ángel Gabriel, la voluntad de María y la paloma, la del espíritu santo, al final asintió con la cabeza, aparentemente convencido de uno de los dogmas mas complejos de explicar de la Iglesia Católica.

Unos golpes en la puerta, hicieron que me pusiera de pie de un brinco, -“Psicólogo”, soy el “pachoncito”, ya regrese; abrí la puerta de mi celda; ahí estaba, con los ojos enrojecidos; había salido del penal para despedirse de su madre, eran las 2:30 de la madrugada - la vi por ultima vez, me quede sin mama,- un silencio profundo, una mirada solidaria, un abrazo de esos que reconfortan, finalmente ¿Qué se dice en ocasiones como estas?, -¿y ahora que hago?,- pregunto con la voz quebrada y dejando por fin salir un llanto triste, huérfano, angustiante, a veces cuando el dolor de alguien es tan genuino, ninguna palabra sirve de consuelo, solo queda simplemente estar ahí, ¿me acompañas a “velarla” un rato mas, junto al nicho de la virgen?-, mire al “chuchul”, el vigilante que estaba parado junto a nosotros y en cuya responsabilidad recaía la seguridad del modulo, su expresión fue la mejor respuesta, añadiendo con su acostumbrada agudeza -uno puede ser un perfecto hijo de la chingada, pero una madre, eso es cosa aparte, adelante muchachos hagan lo que tengan que hacer- bajamos hasta donde estaba la virgen, era una estatua de un poco menos de un metro; llena de veladoras encendidas, que estaba en un nicho en el centro del modulo, el aire vibraba alrededor de la figura de piedra, hasta ese momento no entendía muy bien que hacíamos ahí sentados bajo sus pies en mitad de la noche, -“psicólogo”, ¿la virgen es la mama de todos, o solo de dios?- pregunto el “pachoncito” –es la mama de todos los que creen en ella- conteste sin fijarme bien de la trascendencia de la pregunta y recordando las palabras de todos los clérigos de mi vida, -y como se si “creo en ella”- insistió, dejando ver sus intenciones, -eso no se sabe, solo se siente en el corazón- contesto una voz cascada que provenía del fondo del modulo, era el “tío Lupe”, que había pedido permiso para unirse al “velorio”, acercándose a donde estábamos, continuo su reflexión – además a todos las personas que se quedan sin madre como tu, dios les da otra: la virgen María- -Tío Lupe y ¿dónde esta?- -en el cielo- contesto con voz paternal, el “pachoncito permaneció en silencio antes de volver a la carga -¿y para que sirve una madre que esta en el cielo?, no hablara conmigo, ni me besara, ni me acariciara, es mas tío ¡ni siquiera me escucha!- la respuesta del “tío Lupe” tuvo que haber sido inspirada por la mismísima virgen, -si que lo hará, porque ella envía a los pájaros para que te acaricien, cuando veas un pájaro mándale un mensaje y veras que vuela hacia el cielo a entregárselo, después se lo contaran unos a otros y veras que ella te contestara a través de ellos o por las noches cuando duermas, vendrá, te querrá y te mimara mas que cualquier madre de las que vez. –“psicólogo” ¿más que mi mama que murió?- Me pregunto esperanzado, -mucho mas, es la mama de Dios, cierra los ojos y háblale- obediente lo hizo, así permaneció largo rato, al cabo del cual, se levanto –vamos a dormir- dijo despacito, su expresión era la de un niño que había sido acariciado largamente por su madre.

De repente un rumor nos obligo a todos levantar la vista.: una bandada de “golondrinas” había emprendido el vuelo desde lo más alto del techo, el primer mensaje estaba enviado........

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