lunes, 14 de abril de 2014

Carta de amor a Jesús


En el centro de readaptación social, pocas cosas causan tanto impacto como la semana santa, vivir la pasión, muerte y resurrección del salvador, es para muchos revivir su propio calvario, desde el momento de la detención hasta su condena -en algunos caso merecida, en otros no tanto-, estos son los días en los que los internos se sienten más identificados con Jesús y en donde la mano redentora del padre, se percibe solidaria y reconfortante.

…Era la noche del Jueves santo, en la capilla se preparaban las personas que representarían el vía crucis al otro día; gente sencilla, pero muy dispuesta; después de la explicación de los parlamentos, de las indicaciones sobre donde había que pararse y hacia donde caminar, vino la reflexión acerca del significado de lo que se iba a escenificar, el Fraile mercedario que lo dirigía, tomo la palabra y dijo: -Ustedes han escuchado muchas veces que Jesús murió por nuestros pecados, dando su vida como un acto supremo de amor, ¿entienden lo que significa eso?, mañana lo van a representar- los actores se quedaron en silencio, se miraban unos a otros con caras de duda, el fraile muy serio hizo esta reflexión: -Si un día, alguien llegase al penal y dijera “¡Todos los ladrones, homicidas, violadores, secuestradores, vendedores de droga y demás infractores de la ley!, pueden salir, yo me echare la culpa y purgare sus condenas, ¿Qué pensarían?- los presentes sonreían nerviosos, “el tucán” dijo –pues que el tipo está completamente loco- “el cholo”, quien representaría a Jesús, hablando para sí mismo, reflexiono, -Pero ¿y el que ganaría?, el mercedario sonrío entre complacido y extrañado, por alguna razón a pesar de sus propios comentarios, los internos aun no habían comprendido la metáfora, -eso es exactamente lo que van a representar, a un loco que aparentemente, no ganaba nada por echarse la culpa de los pecados de los demás-; ¿ahora se dan cuenta de cuánto amor tendría que tener por nosotros?- las expresiones eran dignas de tomarles una foto. El canónigo continuo –ahora la pregunta es: ¿Qué van a responder ustedes ante tal demostración de amor?- para terminar recomendó que por la noche, escribiéramos nuestros pensamientos para leerlos al otro día antes de iniciar el vía crucis.

Regresábamos sin hablar de la capilla a los módulos, caminando despacio, se sentía en el silencio de la noche esa pesadez en el ambiente, la que solamente se percibe en las madrugadas de viernes santo, Se me acerco Casimiro, tiene 48 años, 5 de estar privado de su libertad, originario de Huhi, Yucatán. –“Psicólogo” quisiera hacer la “tarea” que nos dejaron, quiero escribir algo que tengo en mi cabeza y no sé cómo hacerlo, ¿me ayudas?- me dijo con voz de secreto. Casimiro es analfabeto, fue sentenciado a 16 años de prisión, esta es la primera vez que participa en los oficios santos y representara al Centurión que clava una lanza al costado de Jesús, -Claro que si, te escucho Casimiro- le dije tratando de calmar su ansiedad.

Así comenzó, de manera informal, sentados en un arreate del centro de readaptación social, en la madrugada del viernes santo, el dictándome, yo traduciendo su emoción, su pensamiento, su amor y su fe, hasta convertirla en lo que a continuación y con la autorización de Casimiro me permito compartirles:

-Jesús, eres el hombre más bueno que he conocido, porque en los momentos en que la desesperación me invade, siento tu consuelo, cuando entiendo que son muchos años los que tendré que permanecer encerrado y no podre hacer absolutamente nada cuando algún ser querido sufra alguna desgracia, tu estas cerca dándome fortaleza y aun en los momentos más difíciles en los que levanto la vista al cielo y así como tú lo hiciste, también le pregunto al Padre, ¿porque me has abandonado?, tu estas ahí tomando mi mano; Ahora sé que Dios te envío para que no nos sintiéramos solos, tú me has enseñando como ser buena persona y buscar en el Padre, el perdón de aquellos pecados que difícilmente serán perdonados por las personas a las que lastime-. Se quedo en silencio, y luego desde lo más profundo de su alma con voz casi inaudible alcanzo a decir -Mi respuesta a tu sacrificio, es confiar en ti y pedir que se haga tu voluntad y no la mía… siempre-.

Cuando termino de hablar, Casimiro estaba con esta tranquilidad que da el haber podido entender y poner en palabras lo que sentía. Yo lo observaba con admiración y sorprendido de como cada año, el señor nos regala mensajes en donde nos muestra su presencia y nos invita a no flaquear en la fe.

Es así que la representación del vía crucis cobra vigencia sin importar que haya ocurrido hace casi dos mil años, porque aun existen personas que necesitan de esa oportunidad que vino a darles un hombre que decidió asumir las culpas de los demás, para que tengamos la fortuna de iniciar una nueva vida... Una vez más…

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