....Tiene 68 años, del interior del estado, del campo, un tipo noble, sencillo, derecho, hombre de palabra y apretón de manos franco. Con un fino sentido del humor, aprendió a disfrutar de la vida con dignidad y con esta forma de pensar propia de su origen maya, sabio y lúcido. De oficio “sobador” y reparador de huesos de tercera generación, con los conocimientos aprendidos y transmitidos de forma oral, que es como van permaneciendo en el tiempo las tradiciones de los pueblos. Esta es la parte luminosa de “Don Rigo”. Así que es justo contar su parte obscura. El cumple una sentencia de siete años, por abuso sexual. Hace tres años una mujer a quien sus “sobadas” para dejarle bien la rodilla le habían parecido inmorales y lascivas, lo denuncio con el juez de paz de la comisaria, quien lo remitió ante las autoridades del municipio y este lo consigno ante un juez que determino que la señora tenía razón y que como suele suceder en estos casos en que la vejez y la ignorancia se juntan, la versión de nuestro buen amigo nunca fue considerada con seriedad, finalmente era el típico viejo “Rabo verde y puerco” así que simplemente se le sentencio a purgar una condena y como muchos de los que aquí me acompañan que son obedientes de la autoridad, eso está haciendo.
Hace unos días “Don Rigo” me busco para que lo ayudara, de lejos vi que venía con la velocidad que le permiten sus 68 años con dos hojas en la mano, ondeándolas como banderas –Psicólogo, acabo de salir del médico, checo mis análisis y me dijo que tengo todo alto, colesterol, triglicéridos, diabetes, presión, el paquete completo, me receto media farmacia y me dio una dieta, pero no la entiendo- me decía mientras me mostraba una bolsa con muchas medicinas y me entregaba las dos hojas, en una estaba la descripción sobre como tenía que tomar los medicamentos, horas, frecuencia etc. Y en la otra la dieta que debía llevar a partir del día siguiente.
La dieta venia acompañada por fortuna de recetas que aportaban valiosas sugerencias de cuya sencillez pueden ustedes hacerse idea si les digo que en la primera “Bruschetta de aguacate y queso cottage” el aguacate, previamente picado en trozos y bien tamizado por el colador, debe terminar siendo emulsionado con el aceite. –emulsionar ¿es como hacer “pure?”- me pregunto con voz inocente, -mmm, algo así- le conteste, seguí leyendo, en caso de que inesperadamente le de hambre a media tarde, algo también sencillo: una tártara de atún, observen el toque gastronómicamente correcto, para lo que sólo hace falta tener a mano, como todo interno penitenciario tiene, una loncha de atún fresco, aceite de oliva, vino blanco y un ramito de perejil. También cabe la posibilidad, dice el útil texto, que uno llegue cansado de trabajar y no tenga ganas de ponerse a cocinar, lo adecuado es algo rápido, simple y casero: una sopa de espárragos con papa, para lo cual solo hay que sacar del refrigerador: papa, apio, esparrago fresco, harina integral y mantequilla vegetal. La harina, esa concesión es clave, puede ser de la marca que deseemos, siempre y cuando sea integral.
Cuando termine de leer, no sabía si reírme o enfadarme, me quede sumido en mis pensamientos, de los cuales me saco “Don Rigo” cuando me dijo –Dice el medico que si no la inicio de inmediato me puede dar un coma diabético y me muero, pero yo quiero volver a mi pueblo, si llevo estas recetas a la cocina, ¿me las puedan preparar?
El centro de reinserción social tiene perfectamente definidas sus funciones y en ninguna de ellas dice preparar dietas especiales a personas de la tercera edad que tengan padecimientos propios de su condición, dice que deben procurar la adecuada alimentación de los internos y en honor a la verdad lo hacen.
Sin embargo nadie imagino que como consecuencia de las diferentes modificaciones a las leyes penitenciarias que se han hecho en los últimos años, se iba a llegar a un fenómeno social como este; hombres de más de sesenta años a quienes les faltan muchos años para cumplir sus sentencias y no pueden recibir el trato que su edad y condición necesita, pero que tampoco tienen posibilidad de salir antes, porque los jueces de ejecución de sanciones aún no resuelven nada en ese sentido, pretender cualquier modificación a la ley llevaría meses o a lo mejor años, en tanto se determina si proponer estas modificaciones, es tarea de la dirección de reinserción o de los jueces de ejecución o de la comisión de los derechos humanos
Sin embargo nosotros pensamos que cuidar de los abuelos es un acto de afirmación histórica y de identidad, es honrar la sangre que corre por nuestras venas. Aquí que me disculpen los limpios de corazón y de memoria, pero siempre he pensado que es difícil llegar al final de la vida y no haber tropezado en alguna ocasión, porque vivir significa optar, elegir y cometer errores levantándose más digno de ellos, estoy convencido que todo hombre o mujer que cumple con esa regla, merece ayuda y sobre todo respeto.
Así que no esperaremos a que estos hombres se vayan muriendo ante nuestros ojos sin hacer nada, vamos a desarrollar nuestro comedor penitenciario, atendido por los internos para dar atención alimentaria a todos los compañeros de la tercera edad que requieran de una dieta especial. En nuestra siguiente entrega explicaremos como vamos a desarrollarlo... que así sea
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